En fín, que a eso de las 10:45 por fín arrancaba la marcha por las calles de Monachil,... precedida de la banda de música, disparo de cohetes,... ¡cuánto despliegue! ¿Todo esto será por nosotros?, me preguntaba yo, mientras Millo insistía en que debía tratarse de la fiesta de la Matanza. ¿Fiesta de la matanza????? ¿En Enero??? En mi pueblo se le da al lechón, pa Los Santos la extremaunción,...
En esas salimos del pueblo y de repente enfilamos por un carril de hormigón, helado por los bordes y que nos hace ponernos de pie sobre la bicicleta a las primeras de cambio, tras este otro y otro y otro. Menudos primeros cuatro o cinco kilómetros, un continuo de rampas verticales que te ponían el corazón en la boca y cuando llegabas a la curva y creías culminar veías que surgía otra más dura si cabe,... Por fín el terreno nos da un respiro y nos permite echarnos algo a la boca y dejarnos llevar un momento. Así llegamos hasta un punto en donde hemos de salvar un fuerte desnivel de bajada mediante una empinada vereda e imaginar la trazada campo a través. Al final de la misma cruzamos un arroyo y nuevamente comenzamos a subir por un sendero que aún conserva signos evidentes de la última nevada haciéndonos rodar sobre grandes placas de hielo. Pasamos por una zona umbría de más vegetación y proseguimos con la subida, ya no es tan acusada como al principio pero aún conserva un porcentaje importante de desnivel. Poco a poco van cayendo los kilómetros y vamos adentrándonos más en el Parque Natural de Sierra Nevada. Tras superar varias rampas en curva y rodar entre caballos accedemos a una pista forestal que nos permite hacer un último sprint en la subida y alcanzar el punto de avituallamiento. Con ello culminamos un primer sector de 9 km de durísima subida hasta la Fuente del Hervidero.
Nos tomamos un batidito, una tortica,... y a coger frío mientras van llegando los 240 participantes y el resto de la organización. Allí nos dan las 12 y pico de la mañana; entretanto intentamos buscarle novia al Millo entre las numerosas féminas que han tomado parte en el evento. A todas les saca faltas, que si no se qué, que si no se cuánto,... ¡Estos solteros! Por fín encontramos una que da la talla, nunca mejor dicho, ehhh Millo. Pero al final, ná de ná,... ni movió ficha.
Después de un rato de cachondeito y de hacernos las fotitos de turno enfilamos la bajada. Apasionante descenso, pasando un primer sector de pista que nos conduce hasta Cumbres Verdes y prosiguiendo por un dificultoso y técnico sendero con mucho pedrusco suelto y numerosos surcos. En uno de ellos un chaval larquiducho de Dr. Bike, justo delante mía, se va al suelo dando varias vueltas enganchado a su bicicleta. A duras penas puedo esquivarlo mientras rápidamente un miembro de la organización acude a socorrerlo. Según he podido leer en los foros después, se rompió la clavícula, y creedme que dada la aparatosidad de la caída aunque tengan que operarle no es nada para lo que pudo ser.
El espectacular descenso desemboca en una chulísima vereda que nos lleva hasta La Zubia. Ahí cogemos nuevamente una pista forestal, de esas que por su amplitud y buen estado del firme no te hacen ser consciente del desnivel, pero que a la postre supone otros 4 o 5 km de subida. Y una vez coronada la misma nos dejamos caer para enlazar con una secuencia de senderos y veredas con alguna que otra trialera. La organización nos había preparado hasta una rampa artificial para quién quisiese hacer sus primeros pinitos en el vuelo sin motor.
Así llegamos hasta Monachil. Ruta apasionante, de las que a mí me gustan, apenas 30 km de constante entrega, subidas duras, bajadas exigentes, terreno complicado,... idónea para comenzar la temporada (nada que ver con la Vía Verde, que es a donde a vosotros os gusta sacarme cada año cuando cuelgo la vibroli pa verme sufrir, cacho mamones). La verdad es que en este tipo de circunstancias me muevo como pez en el agua y el otro día disfruté como un enano.
Luego llegamos al pueblo y aquello parecía que estaba tomado por la prensa rosa o que se estuviera grabando el anuncio del Fairy (os acordáis, Villarriba y Villabajo, pues igual). Allí no cabía un alma, las chatis super maqueadas, cohetes en la entrada al pueblo,... yo flipando,... menudo recibimiento, si esto parece "Bienvenido Mr Marshall",.... pero que coño, nada más lejos del otro mundo. De nosotros no se habían acordado ni los de la organización. Allí lo único que pasaba es que había fiesta local, La Olla de San Antón, ya sabéis este tipo de eventos que se celebran en los pueblos y en donde se da de comer a toquisqui de gorra. Imagínate, de repente el centro del pueblo colapsado por unas 3 ó 4000 criaturas hambrientas, haciendo una cola como tó el Llanillo y con la perola de barro debajo el sobaco esperando a que le echen la paletá de garbanzos con su chorizo y su morcilla incluidos. Un montón de cocineros y calderas jumeando y aquello que tenía una pinta,... Total que le preguntamos a los de la organización que donde comemos los ciclistas,... nadie sabía ná, empiezan a telefonearse unos a otros,... "se supone.... que teníamos una carpa exclusiva para nosotros, y una cola para nosotros,... eso fue lo que dijo el concejal,..." Total, que ni carpa, ni cola, ni olla ni punta de lo otro. Que el concejal se ha pasao a los ciclistas por el forro y el que quiera olla que se ponga en la cola detrás de to el pueblo. Ante esas, pillamos un cabreo del 15 y desbandada general, no sin antes mostrar mis quejas formalmente a toda la gente de la organización. No se puede organizar un evento y ser excrupulosamente chominoso en todo tipo de detalles superfluos y dejar lo más importante, EL PAPEO, en manos de otros.
Menudo careto se nos quedó. Hay que joderse con la pinta que tenía la olla y con el ambientillo tan bonico que había en el pueblo. Total que nos fuimos de allí y paramos en el primer restaurante que pillamos a que nos sablaran con las pintas que llevábamos y a tomar por saco.
En fín, preciosa ruta, y cagada final, que de no haber sido por la cual, un servidor repetiría con los ojos cerrados. Visto lo visto habrá que pensárselo para el año que viene. Saluditos y encantado de estar por aquí de nuevo.