Que fue de aquellos cortijos,
fuentes de vida de antaño,
quedaron en el olvido,
de pena mueren hogaño.
Que fue de sus chimeneas,
de sus hornos, del pajar,...
de sus techumbres de vigas,
de sus "fachás empedrás".
Ay... si alzaran la cabeza
aquellos que con su sudor,
a estas tierras en pobreza,
dieron brillo y esplendor.
Que fue de aquellos labriegos,
campesinos, hortelanos,
ganaderos, aldeanos,...
que sembraron sus semillas
para que tu y yo seamos,
enseñantes, ingenieros,
abogados y banqueros,
empresarios, cirujanos...
En su memoria estas líneas,
en el recuerdo su voz,
por mis venas su carácter
y en el corazón su honor.
A mis abuelos, a todos ellos, que fueron gente del campo; y al amigo Andrés al que sé que le va a gustar leer esto, y cuyo gesto en un punto concreto de la ruta de hoy me ha inspirado a escribirlo.
Después de esto no se como comenzar, aunque aquí somos aficionados al ciclismo y no a la poesía, así es que allá voy. Jornada de nublos en la mañana de hoy (por ayer) en la que nos dimos cita 8 aventureros, cada cual ataviado a su antojo, con más o menos trapos pues pronosticar el desenlace atmosférico de la jornada era todo un misterio. Emprendimos Cañá Membrillo hacia arriba, aunque por un sendero que para algunos, como es mi caso era nuevo. Primeras rampas, primer talegazo (el amigo Coleta que le da la bienvenida a la CUBE como Dios manda, con un rayón, y buen viaje en el lomo) y primeros trapos que sobran. Los carriles regular, algunos ya de inicio tenemos que echar pie a tierra. Retomamos la marcha, unos aceituneros nos dicen que donde vamos sin sombrilla, y no se equivocaban mucho pues poco más "alante" hemos de parar en una chaparra a que "escampe". Mientras tanto Andrés, no puede evitar la tentación de profanar una pequeña nave repleta de cajas de "jerejas" que dirían los castilleros. ¡Lástima que no estuvieran llenas, que le iban a dar por culo a las barritas,...! Continuamos hacia delante, una pequeña subida en Cerrogordo y el primer puertecito del día, el alto de las Peñas de Majalcorón, coronado en cabeza por un trío formado por Bolívar, Coleta y Cristobal creo recordar, un servidor agazapado detrás, y tras mía otro cuarteto con Santi, Sergio, Andrés y José Manuel con su forro polar (no tiene que haber "suao" el tío).
Todas estas fotos aquí. (Cortesía de Andrés y Sergi)
Allí comienza un tramo precioso que discurre junto al monte, bordeando las peñas, cuya natural belleza queda empañada por las labores de excavación de una máquina allí varada. Proseguimos, no sin dificultad, pues hemos de atravesar nuevos barrizales y desprendimientos del terreno, hasta dar con la carretera que baja de Las Peñas en donde nos dejamos caer a toda velocidad hasta el cruce de la Venta Valero. Allí Andrés, pese a las prisas (que no conviene tener para hacer mención a nuestro nombre y disfrutar plenamente de los parajes por donde vamos) nos invita a retroceder unos metros para trasladarse por unos segundos al pasado y mostrarnos un bonito cortijo familiar, en concreto el "Cortijo Galope"
... el brillo de sus ojos lo dice todo y da buena cuenta de los momentos allí vividos y de cuan importante para él es la historia que aquellas paredes guardan en sus entrañas. Nos hacemos la fotito, y aquella escena nos pone a todos a reflexionar,... la verdad es que hoy ha sido una ruta de cortijos abandonados, de ahí el comienzo de esta crónica.
Seguimos la marcha pasando por la Venta Valero, Lojilla, y La "Venta el Conejo" y nos llama la atención el contraste entre lo que fue en su día y lo que es en la actualidad una casa de campo, con sus piscinas, su parabólica,... aunque aún siguen guardando parte de su esencia y encanto pues la mayoría se muestran cobijadas bajo una enorme encina conservando esos mecederos hechos de rueda y sogas que tantos buenos ratos nos hicieron pasar en la niñez. Allí subimos otro repechón, y ahora es Coleta quien se retrotrae en el tiempo mientras contempla un terreno familiar junto al que pasamos. Desde ahí se divisa Montefrío,
así es que sin más afrontamos la bajada, haciendo un pequeño amago de parar pues la gente se encuentra hambrienta y a Cristobal "la entrao gana cagar", no obstante decidimos continuar en busca de refugio a fin de evitarnos mojar. Llegamos a la gasolinera y allí nos encontramos a Koko, que aprovechando que venía de descargar sus aceitunas ha parado a saludarmos. Reponemos energías, Cristobal hace lo suyo, nos dejamos asesorar por los más viejos del lugar, y le pedimos al colega del Covirán que nos haga una foto junto a una rotonda mu currá. En eso que llegan Fuentes y Eduardo,... ¡Vaya hombre,... con lo felices que me las prometía yo hoy! To la etapa reservando fuerzas para el atracón final y asoman estos dos,... jejeje. Retomamos la marcha y emprendemos las primeras rampas haciendo esfuerzos en vano pues en cada cruce surge la duda, ante la duda el parón, y como el GPS venía detrás,... y no era el de Fuentes precisamente, sino nuestro amigo Sergio, que masca la cartografía comarcal y conoce las rutas al detalle; así luego dice el tío que no encuentra casco pa su cabeza,... normal. Entretanto, José Manuel le ha hecho un corte a la cubierta. Los mecánicos de turno, Andrés, Coleta,... se ponen el mono de trabajo y arreglan el asunto en un periquete. Sin más prolegómenos, se acaban las tonterías y comienzan las rampas duras de la Cazuela.
Los más apretaos, Fuentes, Eduardo, Coleta y el que escribe, ponen un ritmo muy duro y tiran delante partiendo el grupo. Lo demás es un continuo tira y afloja para ver quien corona primero, interrumpido por los numerosos pie a tierra que hemos de hacer a causa del firme empedrado y del barrizal que nos encontramos a medida que vamos superando rampas de hasta un 18%. Pero ninguno se rinde, nos montamos de inmediato y vamos relevándonos en la cabeza. Coleta vuelve a caerse, esta vez ha pegado contra un peñón y aunque le ha restado importancia, lleva sellado el jamón con el hierro de "La Cazuela", emblema de campeón. A pocos metros de culminar la ascensión un servidor se pone en cabeza y cuando comienza a saborear las mieles del triunfo, la rueda delantera empieza a titubear y hay que echar calas fuera para evitar mal mayor. Eduardo y Fuentes pasan delante y tras ellos me rebasa también Coleta, aunque este último unos metros más "alante" se asoma al cantón y se rasca el lomo contra una encina. Vuelvo a superarlo y aprieto los dientes con fuerza hasta casi dar caza a los dos de "alante" pero ya es demasiado tarde y éstos entran casi a la par en el orden indicado junto a la cruz rosada, puerto de la jornada. Tras ellos un servidor y detrás Coleta, cuyo esfuerzo hay que destacar pues se ha mostrado muy activo a lo largo de toda la etapa. Hacemos una parada mientras van llegando el resto en varios grupettos. Bolívar se marcha a la aventura pues le esperan pronto en casa y ha de hacer de anfitrión. Los demás nos tiramos al monte, no sin volver a dudar; finalmente las cabras deciden pastar y a excepción de los dos jinetes del apocalipsis, al resto solo nos queda empujar. A causa de la fatiga surgen algunos comentarios sin fundamento, pues las magníficas vistas que nos ofrece aquel paraje y el poder rodar por lo verde, no tienen precio. Afrontamos la bajada y las chaparras del camino se rinden ante nuestro esfuerzo haciéndonos un arco triunfal, no sin antes poder contemplar la belleza de un cortijo de piedra al pie de una era, el "Cortijo La Cazuela", que nos recuerda a las casas de campo del norte de España y que ni el propio amo puede constatar de cuando data.
Nos la jugamos en una espectacular bajada, de esas que en una etapa de montaña quitan las telarañas al velocímetro; giramos a la derecha en busca del último repecho que nos conducirá hacia la Cruz de Matute, cogiendo antes el desvío hacia Conejeros, Villalobos,... dejando atrás la carretera de la Pedriza y vuelta a Alcalá por un carril que sale a la izquierda, desconocido por la mayoría, y en donde nos ponemos hasta arriba de barro. Llegada al Torrepalma a las 14:10 con 48 km encima, 1200 m de desnivel acumulado y el lomo calao con el chirimiri o calabobos que dicen por aquí. ¡Es calima decía Bolívar, polvo en suspensión...! jejeje. No hay dolor, taconeo en la puerta del hotel pa quitarnos el barro y p´adentro. Allí los fieles a la rubia, y "er tío er vermut" comentamos nuestras penurias entre sopicas de salsa, tajaicas de pollo y tortillica de la güerta con to tipo de verdureo. Como siempre, ha sido un placer con ustedes sufrir, charlar, compartir, disfrutar, beber, comer y reir. Nos vemos en la próxima.
Todas estas fotos aquí. (Cortesía de Andrés y Sergi)
Allí comienza un tramo precioso que discurre junto al monte, bordeando las peñas, cuya natural belleza queda empañada por las labores de excavación de una máquina allí varada. Proseguimos, no sin dificultad, pues hemos de atravesar nuevos barrizales y desprendimientos del terreno, hasta dar con la carretera que baja de Las Peñas en donde nos dejamos caer a toda velocidad hasta el cruce de la Venta Valero. Allí Andrés, pese a las prisas (que no conviene tener para hacer mención a nuestro nombre y disfrutar plenamente de los parajes por donde vamos) nos invita a retroceder unos metros para trasladarse por unos segundos al pasado y mostrarnos un bonito cortijo familiar, en concreto el "Cortijo Galope"
... el brillo de sus ojos lo dice todo y da buena cuenta de los momentos allí vividos y de cuan importante para él es la historia que aquellas paredes guardan en sus entrañas. Nos hacemos la fotito, y aquella escena nos pone a todos a reflexionar,... la verdad es que hoy ha sido una ruta de cortijos abandonados, de ahí el comienzo de esta crónica.
Seguimos la marcha pasando por la Venta Valero, Lojilla, y La "Venta el Conejo" y nos llama la atención el contraste entre lo que fue en su día y lo que es en la actualidad una casa de campo, con sus piscinas, su parabólica,... aunque aún siguen guardando parte de su esencia y encanto pues la mayoría se muestran cobijadas bajo una enorme encina conservando esos mecederos hechos de rueda y sogas que tantos buenos ratos nos hicieron pasar en la niñez. Allí subimos otro repechón, y ahora es Coleta quien se retrotrae en el tiempo mientras contempla un terreno familiar junto al que pasamos. Desde ahí se divisa Montefrío,
así es que sin más afrontamos la bajada, haciendo un pequeño amago de parar pues la gente se encuentra hambrienta y a Cristobal "la entrao gana cagar", no obstante decidimos continuar en busca de refugio a fin de evitarnos mojar. Llegamos a la gasolinera y allí nos encontramos a Koko, que aprovechando que venía de descargar sus aceitunas ha parado a saludarmos. Reponemos energías, Cristobal hace lo suyo, nos dejamos asesorar por los más viejos del lugar, y le pedimos al colega del Covirán que nos haga una foto junto a una rotonda mu currá. En eso que llegan Fuentes y Eduardo,... ¡Vaya hombre,... con lo felices que me las prometía yo hoy! To la etapa reservando fuerzas para el atracón final y asoman estos dos,... jejeje. Retomamos la marcha y emprendemos las primeras rampas haciendo esfuerzos en vano pues en cada cruce surge la duda, ante la duda el parón, y como el GPS venía detrás,... y no era el de Fuentes precisamente, sino nuestro amigo Sergio, que masca la cartografía comarcal y conoce las rutas al detalle; así luego dice el tío que no encuentra casco pa su cabeza,... normal. Entretanto, José Manuel le ha hecho un corte a la cubierta. Los mecánicos de turno, Andrés, Coleta,... se ponen el mono de trabajo y arreglan el asunto en un periquete. Sin más prolegómenos, se acaban las tonterías y comienzan las rampas duras de la Cazuela.
Los más apretaos, Fuentes, Eduardo, Coleta y el que escribe, ponen un ritmo muy duro y tiran delante partiendo el grupo. Lo demás es un continuo tira y afloja para ver quien corona primero, interrumpido por los numerosos pie a tierra que hemos de hacer a causa del firme empedrado y del barrizal que nos encontramos a medida que vamos superando rampas de hasta un 18%. Pero ninguno se rinde, nos montamos de inmediato y vamos relevándonos en la cabeza. Coleta vuelve a caerse, esta vez ha pegado contra un peñón y aunque le ha restado importancia, lleva sellado el jamón con el hierro de "La Cazuela", emblema de campeón. A pocos metros de culminar la ascensión un servidor se pone en cabeza y cuando comienza a saborear las mieles del triunfo, la rueda delantera empieza a titubear y hay que echar calas fuera para evitar mal mayor. Eduardo y Fuentes pasan delante y tras ellos me rebasa también Coleta, aunque este último unos metros más "alante" se asoma al cantón y se rasca el lomo contra una encina. Vuelvo a superarlo y aprieto los dientes con fuerza hasta casi dar caza a los dos de "alante" pero ya es demasiado tarde y éstos entran casi a la par en el orden indicado junto a la cruz rosada, puerto de la jornada. Tras ellos un servidor y detrás Coleta, cuyo esfuerzo hay que destacar pues se ha mostrado muy activo a lo largo de toda la etapa. Hacemos una parada mientras van llegando el resto en varios grupettos. Bolívar se marcha a la aventura pues le esperan pronto en casa y ha de hacer de anfitrión. Los demás nos tiramos al monte, no sin volver a dudar; finalmente las cabras deciden pastar y a excepción de los dos jinetes del apocalipsis, al resto solo nos queda empujar. A causa de la fatiga surgen algunos comentarios sin fundamento, pues las magníficas vistas que nos ofrece aquel paraje y el poder rodar por lo verde, no tienen precio. Afrontamos la bajada y las chaparras del camino se rinden ante nuestro esfuerzo haciéndonos un arco triunfal, no sin antes poder contemplar la belleza de un cortijo de piedra al pie de una era, el "Cortijo La Cazuela", que nos recuerda a las casas de campo del norte de España y que ni el propio amo puede constatar de cuando data.
Nos la jugamos en una espectacular bajada, de esas que en una etapa de montaña quitan las telarañas al velocímetro; giramos a la derecha en busca del último repecho que nos conducirá hacia la Cruz de Matute, cogiendo antes el desvío hacia Conejeros, Villalobos,... dejando atrás la carretera de la Pedriza y vuelta a Alcalá por un carril que sale a la izquierda, desconocido por la mayoría, y en donde nos ponemos hasta arriba de barro. Llegada al Torrepalma a las 14:10 con 48 km encima, 1200 m de desnivel acumulado y el lomo calao con el chirimiri o calabobos que dicen por aquí. ¡Es calima decía Bolívar, polvo en suspensión...! jejeje. No hay dolor, taconeo en la puerta del hotel pa quitarnos el barro y p´adentro. Allí los fieles a la rubia, y "er tío er vermut" comentamos nuestras penurias entre sopicas de salsa, tajaicas de pollo y tortillica de la güerta con to tipo de verdureo. Como siempre, ha sido un placer con ustedes sufrir, charlar, compartir, disfrutar, beber, comer y reir. Nos vemos en la próxima.
Detalles de la ruta
De verdad eres un crack, menuda cronica te as montao, mi mas sincera enhorabuena
ResponderEliminarSocio, una vez más me dejas estupefacto con esos cuartetos que tan perféctamente explican nuestra historia más reciente.
ResponderEliminarP.D. Me he permitido el lujo de introducirle las fotos que he considerado más relevantes, espero que os gusten.
Gracias chicos. Y gracias a tí Sergio por currarte esas rutas y ofrecernos esos parajes que nos llenan de inspiración. Merecio la pena mojarse.
ResponderEliminarSomos unos unos privilegiados,por contar con gente que se lo curran,ponen tanto empeño y corazon en lo que hacen.
ResponderEliminarCada vez me alegro mas de comprar la bici y salir con todos vosotros por que hay "mu guena gente"
Todos los dias que salgo,se modifique la ruta
"o pase lo que pase" siempre digo lo mismo
(yo hoy me doy por satisfecho)gracias a todos los que se lo curran.
Bueno que me pongo tierno "cojones"
Ar Sergio le vamos a dar el titulo de "Mariscal de campo"con todas las medallas y honores,por interpretar la cartogrfia como nadie,y giarnos a buen puerto
Ar Manu nuestro cronista oficial,le vamos dar el titulo de"Maese Mallor del libro Vitacora" por supuesto con la medalla a las letras.
Dicho queda muchas gracias y seguir asi adios
Eres un artista Manu. Me dejas impresionado con tu capacidad para describir esas rutas con tanta gracia y sin olvidarte de un detalle. Enhorabuena!!
ResponderEliminarFuentes
Que mas decir que no se haya dicho.........buena ruta, gente, fotos, cronica, mas no se puede pedir.
ResponderEliminarEstamos creando una cosa mu bonica, entre todos debemos mantenerla porque mejorarla cada vez se esta poniendo mas dificil...
Saludos
sois de puuuuu tatttttt madre todos pues tanemos que seguir asi con el buen royo este que llevamos
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